Aquí tienes un recordatorio para que examines cómo hablas hoy con tu pareja. La forma en que inicias conversaciones tiene un gran impacto en la forma en que interactúas.
Echa un vistazo a estas dos declaraciones:
Declaración 1: “No puedo creer que no cortaras el césped antes de que llegaran mis padres. Siempre haces esto. ¿Por qué eres así?
Declaración 2: “Me sentí avergonzado porque no se cortó el césped antes de que mis padres vinieran. ¿Podríamos hablar sobre cómo prepararnos antes de que nos visiten invitados en futuras ocasiones?
¿Puedes detectar las diferencias entre estos dos inicios de conversación?
Si comienzas una conversación con dureza, terminarás con tanta tensión como al principio, si no es que más.
Utilizar un tono suave es crucial para resolver el conflicto antes de que comience. Es una forma comprobada de plantear un desacuerdo, una preocupación, un problema, una queja o una necesidad legítimos sin culpar a tu pareja ni juzgar su carácter.
La próxima vez que pienses que acercarte a tu pareja iniciará un conflicto, considera tu tono de voz y la forma en que inicias la conversación, ya que puede hacer una gran diferencia.